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23 de mayo, 2015

“He pasado mucho hambre en el hospital, perdí hasta 12 kilos”

El Consejo de Dietistas-Nutricionistas denuncia la desnutrición hospitalaria

“Pasé 40 días ingresado en el hospital y se convirtió en una pesadilla por culpa de la comida. Yo soy de buen comer pero al final cada vez que veía la bandeja de la comida, me entraban arcadas y vomitaba. Me quedé muy, muy flojo. Nadie aguanta tanto tiempo con una sopa insípida y una pechuga de pollo dura; y menos si estás enfermo”. Así relata Francisco su paso por el Hospital Clínico Universitario de Valencia, un ingreso que le hizo perder hasta 12 kilos de peso. Francisco es un hombre discreto, que prefiere no salir en la foto ni dar sus apellidos, pero está decidido a denunciar una situación que asegura afecta a mucha gente. “En esas condiciones puedes aguantar una semana, pero 40 días te matan” afirma.

Francisco tiene 75 años y es diabético desde hace cuatro décadas. Además tiene insuficiencia renal e insuficiencia cardíaca. Ha tenido muchas crisis pero en enero pasó una de las peores: tenía el cuerpo hinchadísimo por la retención de líquidos y no podía dormir en la cama porque no respiraba bien. “Estaba ingresado en la planta de cardiología y llevaba una dieta estricta por sus problemas de corazón y por la diabetes”, nos cuenta su hija María. “Lo que no se entiende –añade- es que todos, absolutamente todos los días le dieran el mismo tipo de comida: arroz blanco o sopa insípida y un trozo de pechuga dura”. Poco a poco su padre empezó a adelgazar y su familia se alarmó por su extrema delgadez. “Lo pasamos muy mal, es cierto que llegó muy hinchado al hospital por la retención de líquidos, pero en un mes se quedó en los huesos, yo nunca le había visto tan delgado. Para que os hagáis una idea, a mi padre le falta una pierna y se quedó tan flaco que la prótesis le venía grande y no podía utilizarla” dice María. Al final, cansada de ver a su padre desnutrido, María rogó una autorización para traerle comida de casa, a partir de ahí comenzó a mejorar y cesaron los mareos.

La desnutrición hospitalaria, un problema infravalorado

“Desgraciadamente este caso se repite cada día en multitud de hospitales de toda España.Dietas de manual sin personalización que son un fracaso. El fracaso de la dieta del cajón o de la dieta del programa informático del catering”, asegura Alma Palau, presidenta del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas. “La Sanidad Pública no cuenta con D-N en su sistema, a diferencia de la gran mayoría de países de la Unión Europea. Pienso que el problema de la desnutrición está infravalorado, cada médico va a tratar la patología que le corresponde y no hay nadie que se ocupe directamente de la nutrición preventiva, sólo saltan las alarmas en los casos más graves, cuando ya es tarde”. Palau asegura además que este problema se corregiría regulando y normalizando la inclusión del D-N en los hospitales.

Sólo en algunas Comunidades Autónomas se ofertan estas plazas, pero esto ocurre con cuentagotas. En Valencia, casualmente, la única plaza pública que hay está en el Hospital Clínico Universitario, donde estuvo ingresado Francisco. Miriam Moriana es la titular de la plaza de Dietista-Nutricionista de este hospital y asegura que con un solo D-N es imposible llegar a todo. “A nuestra unidad de nutrición clínica y dietética sólo nos derivan los casos de desnutrición severa y tampoco estoy segura de que nos lleguen todos”- afirma Miriam- “lo bueno sería poder hacer un trabajo de prevención a mayor escala para poder dar un servicio digno al paciente, porque cuando te llega el enfermo tan mal, cuesta muchísimo tiempo y esfuerzo recuperarlo”

Desnutrición y cáncer

En el caso de los pacientes oncológicos, la desnutrición puede afectar entre el 40 y el 80 por cien de los enfermos, según el tipo de tumor, localización y estadio tumoral. Pero está demostrado que con apoyo nutricional este problema puede corregirse en gran medida. En el Hospital MateuOrfila de Menorca, el D-N Josep Lluch, en colaboración con un equipo multidisciplinar de profesionales, está desarrollando un estudio sobre la mejora de la calidad asistencial del paciente de cáncer. Después de un año ya han obtenido los primeros resultados: 61 pacientes han mejorado su calidad de vida y han recuperado parcialmente el peso perdido gracias al apoyo nutricional que han recibido durante su tratamiento de radioterapia o quimioterapia. “No se puede descuidar la alimentación del enfermo porque la pérdida de apetito, las alteraciones del gusto, la disfagia o la pérdida de peso puede provocar una desnutrición severa y aumentar la mortalidad”, asegura Josep Lluch. “Si el enfermo se debilita, hay más riesgo de infecciones y hay una menor adherencia a los tratamientos, es una pena que estas cosas ocurran”. Lluch asegura también que desde el gobierno balear les han prometido la creación de la categoría del Dietista-Nutricionista en los hospitales, pero de momento no ha llegado nada. “Cuando los médicos y enfermeros ven cómo trabajas y cómo ayudas al paciente, ven la necesidad de que intervenga un D-N, pero son los de arriba, los políticos, los que no quieren verlo”, asegura Lluch.

Hace unos díascentenares de Dietistas-Nutricionistas y Técnicos se manifestaron junto a otros colectivos sanitarios para reclamar la presencia de estos profesionales en la Sanidad Pública. “Ha llegado el momento de que se nos haga caso –asegura Alma Palau, presidenta del CGDN- no podemos dejar que en nuestros hospitales se curen algunas dolencias a costa de agravar otras”. “El Consejo Europeo exigía ya en 2003 que fuera obligatoria la valoración nutricional de todos los pacientes hospitalarios de riesgo, la prevención de la desnutrición hospitalaria y también que hubiera Dietistas-Nutricionistas con el mayor nivel de formación universitaria posible. Pero España no cumple con ninguna de estas directrices”.

Más información:

Lourdes Espinosa

Prensa del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas (CGDN)

www.consejodietistasnutricionistas.com

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Author: CGCODN