Francisco, 75 años: “He pasado mucho hambre en el hospital, perdí hasta 12 kilos”
“Pasé 40 días ingresado en el hospital y se convirtió en una pesadilla por culpa de la comida. Yo soy de buen comer pero al final cada vez que veía la bandeja de la comida, me entraban arcadas y vomitaba. Me quedé muy, muy flojo. Nadie aguanta tanto tiempo con una sopa insípida y una pechuga de pollo dura; y menos si estás enfermo”. Así relata Francisco su paso por el Hospital Clínico Universitario de Valencia, un ingreso que le hizo perder hasta 12 kilos de peso. Francisco es un hombre discreto, que prefiere no salir en la foto ni dar sus apellidos, pero está decidido a denunciar una situación que asegura afecta a mucha gente. “En esas condiciones puedes aguantar una semana, pero 40 días te matan” afirma.
Francisco tiene 75 años y es diabético desde hace cuatro décadas. Además tiene insuficiencia renal e insuficiencia cardíaca. Ha tenido muchas crisis pero en enero pasó una de las peores: tenía el cuerpo hinchadísimo por la retención de líquidos y no podía dormir en la cama porque no respiraba bien. “Estaba ingresado en la planta de cardiología y llevaba una dieta estricta por sus problemas de corazón y por la diabetes”, nos cuenta su hija María. “Lo que no se entiende –añade- es que todos, absolutamente todos los días le dieran el mismo tipo de comida: arroz blanco o sopa insípida y un trozo de pechuga dura”. Poco a poco su padre empezó a adelgazar y su familia se alarmó por su extrema delgadez. “Lo pasamos muy mal, es cierto que llegó muy hinchado al hospital por la retención de líquidos, pero en un mes se quedó en los huesos, yo nunca le había visto tan delgado. Para que os hagáis una idea, a mi padre le falta una pierna y se quedó tan flaco que la prótesis le venía grande y no podía utilizarla” dice María. Al final, cansada de ver a su padre desnutrido, María rogó una autorización para traerle comida de casa, a partir de ahí comenzó a mejorar y cesaron los mareos.
Puede leer la noticia completa AQUÍ.