Sobre farmacias e intrusismo en competencias de nutrición
La salud no debería ser un negocio, sino un servicio. Viendo que algunos servicios de farmacia se han convertido en un buen negocio a base de dispensar productos “quemagrasas” y otros productos ineficaces, vincular el consejo nutricional a la oficina de farmacia podría resultar un conflicto de intereses en el que prime la venta frente al consejo.
Últimamente abundan los titulares del tipo “los farmacéuticos, la solución al sobrepeso”, “los farmacéuticos, en primera línea en asesoramiento nutricional a deportistas”, “los farmacéuticos asesorarán nutricionalmente a los pacientes oncológicos”, así que no es una sorpresa saber que la Farmacia actual quiere virar su actividad hacia la Farmacia asistencial, sin embargo, debería tenerse en cuenta que la nutrición humana y dietética es una actividad asistencial competencia del dietista-nutricionsita y se podría estar incurriendo en un delito de intrusismo.
Si bien es misión de todas las profesiones sanitarias cooperar en la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, el profesional de farmacia no tiene suficiente formación académica y práctica para poder ejercer la nutrición clínica, sino que debería derivar a sus clientes al dietista-nutricionista cuando detecte necesidades nutricionales especiales. L@s D-N cuentan con herramientas y habilidades específicas que le permiten pasar del diagnóstico nutricional a la toma de decisiones compartida e informada por la evidencia, evitando el uso de consejos generalistas y productos ineficaces.
La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, AEDN, y los Colegios Profesionales de Dietistas-Nutricionistas de Navarra, Baleares y Aragón, en 2009 se unieron para denunciar que la titulación universitaria de Farmacéutico, invadía las competencias otorgadas a la profesión del Dietista-Nutricionista.
En concreto se denunciaba que en la titulación de Farmacéutico, la Orden CIN enumera las siguientes competencias: “prestar consejo terapéutico en farmacoterapia y dietoterapia, así como en el ámbito nutricional y alimentario en los establecimientos en los que presten servicios”. (apartado 3, punto 5 y apartado 5 del Anexo)
El Tribunal Supremo, a pesar de argumentar que en las distintas profesiones sanitarias convergen una serie de funciones semejantes y muchas veces idénticas de las que no es posible sustraer todas o algunas de ellas sin riesgo a dejar sin contenido alguna de estas profesiones, sentenció en 2011 que la formación, las competencias y las funciones del Dietista-Nutricionista, en relación con las competencias del Farmacéutico no son comparables en materia de Nutrición, y que el Dietista-Nutricionista es la profesión cualificada para el ejercicio de la profesión en materia de Alimentación y Nutrición.
El CGDNE considera imprescindible un acuerdo con el Consejo General de Farmacéuticos para delimitar las funciones del Farmacéutico en el consejo dietético. El profesional de farmacia es un agente perfecto para detectar posibles problemas de nutrición y derivar a sus clientes al/la dietista-nutricionista.
La profesión de Dietista-Nutricionista es una profesión sanitaria que debe ejercerse en Centro Sanitario cuando se desarrolle función asistencial, y en aquellos lugares donde sea requerido un tratamiento dietético y nutricional, como en la Farmacia, cuando el marco jurídico que regula la Oficina de Farmacia como Establecimiento Sanitario en cada Comunidad Autónoma así lo permita. En todo caso, en las Farmacias, la atención nutricional debería estar a cargo de dietistas-nutricionistas, no de los profesionales de farmacia.
Los avances de la Nutrición aplicados al diagnóstico dietético y tratamiento de patologías, han hecho posible una mejor calidad de vida y una mayor supervivencia de los pacientes, generando así el desafío de ofrecer planes terapéuticos y apoyo nutricionales de terapia y apoyos que permitan prevenir complicaciones y reducir costes en la sanidad.
Invadir las competencias de otro profesional sanitario podría significar incurrir en un delito de intrusismo. Una buena noticia sería que los Farmacéuticos se propusieran contratar a dietistas-nutricionistas para la educación alimentaria desde sus farmacias. La participación y el trabajo del D-N dentro del equipo multidisciplinario ha demostrado tener un efecto positivo sobre la atención y el cuidado del paciente, así como en la reducción del gasto sanitario no sólo durante la estancia hospitalaria y sino también al alta hospitalaria.